Sin respuesta: no sabe/no "contuesta"
Tiempo aproximado de lectura: 1 minuto y cinco segundos.
Él y ella desesperan ante la ausencia de respuesta.
A casi todos mis amigos les ocurre. Y se quejan de ello incluso con amargura. La vieja desdentada, encorvada y malhadada nos diría que "el que espera desespera", pero no debemos escucharla. La vieja también ha perdido la memoria y no recuerda ya los asuntos interpersonales. La vieja, quizás en sus hermosas juventud y madurez, tendría en cuenta al otro pero "los años, la convivencia y la dura lucha por la vida" la convirtieron en un ser humano descreído, abatido y afligido. Tú no la atiendas y sigue leyendo.
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La mayoría de mis amigos reza entre dientes en tanto pulsa el enter, se acerca al buzón o marca en su teléfono. Esto es un decir porque ninguno de ellos sabe rezar: son temerosos de las circunstancias, no de Dios. Cuando los veo sin afeitar (o sin maquillar) y con ojeras, les pregunto: "¿Aún no te han respondido?". La respuesta es obvia.
¿Cómo es posible que el bienestar de una persona dependa de la respuesta de otra? Posible es, desde luego. Pero, ¿por qué?
FJPS
Pienso que lo que molesta de la ausencia de respuesta es porque nos daña nuestro ego.
ResponderEliminarClaro que sí, Blanca. De alguna forma, nuestro ego sufre esa especie de "desplante".
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