Exabruptos 

(Versión corta)


  Se me ha venido a la memoria el asunto que señaló públicamente a Pedro Castro cuando dijo que los votantes de derechas son «tontos de los cojones». El entonces presidente de la FEMP enseñó sus cartas de la partida fracasada, es decir, se mostró violentado y victimizado. Y no le importó. 
Los humanos solemos sentir vergüenza ante la demostración airada de nuestra pérdida. Ya Ramón Gómez de la Serna nos advirtió en sus Greguerías que «Del hombrecillo iracundo se ríe todo el mundo». Si revisamos nuestra experiencia vital, veremos que esto es así: sin embargo, al imaginar a un hombre presa de la ira, la cosa cambia. 

Foto tomada de La Razón
Todo este preludio me sirve para protegerme, tanto individual como colectivamente, de los decires malaventurados que pudiesen surgir de gargantas infectadas por generosa libertad, cuando no lo es. 
Yo expongo mis miserias (flaqueza, debilidad, desdicha, infortunio,) porque, como he dicho más de cien veces, no tengo nada que perder. En una de esas ocasiones me respondió nuestro ilustre paniaguado Ignacio del Moral que "sí mucho que ganar". Siempre y cuando me apunte a tu ideología, claro está. 

En su bella canción Eclipse de mar, Joaquín Sabina dijo que "el hombre de hoy es el padre del mono del año 2000", cuando aún faltaban diez años para el nuevo siglo. Este verso resume, y significa a la perfección mi idea acerca del hombre actual, que es el hijo del mono engreído criado llegando el XXI, y nieto del bonobo criminal de los ochenta.  Pero no todos, lógicamente. 


FJPS








      

 

 

 

 

 

 

 

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